FORMAS
DE PREPARACIÓN
Las plantas medicinales se pueden preparar de varias
maneras, dependiendo de que su uso sea interno o externo, de la enfermedad que
se busca curar y de las características de la planta misma. A continuación se
mencionan las formas más comunes de preparación.
Infusión
Se pone una cucharadita de la planta seca, hojas u otras partes frescas de la
planta, en una taza en la que se vierte agua hirviendo.
Se deja reposar de 5 a 20 minutos, después se cuela y según el gusto se
endulza, de preferencia con miel de abejas. .
Cocimiento o decocción: Se coloca
una cucharadita del material “hojas, flores, raíces, ya sean secas o frescas”
en un pocillo esmaltado que no sea de aluminio., con una taza de agua fría. Se
calienta y se deja hervir de 2 a 10 minutos a fuego lento. Se cuela al final y
se endulza al gusto.
Maceración: Se pone una cucharadita
de hierbas secas o frescas en una taza del líquido, ya sea agua, alcohol o
vino, y se deja reposar de 8 a 12 horas, a la temperatura ambiente. Luego se
mezcla, se calienta ligeramente, se cuela y se endulza. .
Compresas frías: Hacer un cocimiento
de la planta y dejar enfriar totalmente. El contenido debe estar envuelto en
una tela fina. Se aplica sobre la parte afectada y se renueva cada 10 ó 12 minutos.
Compresas calientes - (Fomentos): Se
hace lo mismo que las compresas frías, sólo que esta vez el agua debe estar
bien caliente. Se renueva cada 5 minutos.
Cataplasma: Son para uso externo. Se
machacan las partes frescas de las plantas, se extienden sobre una tela de
algodón, lino o gasa y se colocan sobre las partes afectadas. En algunos casos
se hierve la planta y se puede aplicar directamente sin tela.
Jabones medicinales: Se utilizan
para el tratamiento de varias enfermedades de la piel, para heridas, o
simplemente para cuidar la piel. El método más común es el siguiente:
Se hierven a fuego lento unos 100 gramos de la hierba en un litro de agua,
hasta que se evapore la mitad. Se cuela, se exprime y se pone a hervir el
cocimiento o decocción a fuego lento mientras se le agrega un jabón neutro de
400 gramos rallado, hasta que el jabón se disuelva completamente. Se mezcla
bien y luego se vacía la mezcla caliente en moldes y se deja enfriar. Para que
el extracto de la hierba se distribuya de manera más homogénea y para que el
jabón tenga buena forma, a veces es necesario amasarlo mientras se está
enfriando. De este modo se pueden hacer jabones de sábila, manzanilla, romero
avena, romero, árnica, estafiate o cualquiera otra planta que sea buena para la
piel.
Jarabes medicinales: Los extractos
de las plantas medicinales tienen con frecuencia un sabor amargo, por lo que no
son muy aceptables sobre todo por los niños. Para darles un mejor sabor se
hacen jarabes, que son más fáciles de ingerir. Uno de los métodos más comunes
para hacer los jarabes es el siguiente:
Se ponen 100 gramos de hierba fresca o seca en un litro de agua, se hierve un
minuto y se deja reposar de 2 a 3 días. Luego se filtra y se exprime. Se le
agrega azúcar en una cantidad de medio kilo por litro de decocción. En otros
casos se hacen los jarabes con miel de abejas y el jugo de la hierba. Se
recomienda tomar una cucharada del jarabe tres veces al día.
Ungüentos o pomadas medicinales: Para
uso externo. Se pone a hervir lentamente de una a dos cucharadas de hierba en
200 gramos de vaselina, “sin ácido”, durante 3 minutos. Se mezcla bien el
concentrado, se filtra y se deja enfriar en su envase definitivo.
Aceites medicinales: Para uso tanto
interno como externo. Se toma un puñado de hierba fresca o seca y se le sumerge
en medio litro de aceite de oliva u otro aceite vegetal comestible. Se deja la
mezcla expuesta al sol en un frasco de vidrio transparente y sin color, durante
2 ó 3 semanas. Después se filtra y se saca la espuma y la capa acuosa que ha quedado
encima. Los aceites vegetales necesitan conservarse en frascos de vidrio de
color ámbar: ejemplo, una botella de vino o cerveza, bien tapados y en un lugar
fresco, fuera de la luz directa.
Polvo para rellenar cápsulas: Para
hacer el polvo se muele la hierba seca en un mortero. Se usa sobre todo para
ingerir hierbas de sabor fuerte y desagradable. El polvo se empaca dentro de
las cápsulas que venden en las droguerías y farmacias.
Tintura medicinal: Para uso interno
y externo. Se mete la hierba, de preferencia fresca, en un frasco de vidrio de
color ámbar, y se le agrega una solución hidro-alcohólica “de alcohol no
desnaturalizado de 90°", casi puro, diluido con agua hervida, purificada,
o de preferencia, destilada, hasta que la solución cubra la hierba. Se tapa
bien el frasco, se agita y se deja reposar por 2 ó 4 semanas fuera del sol. Se
filtra luego con un colador de nylon, papel de baño o gasa; dependiendo de la
fineza del material que se va a filtrar, y se guarda la tintura en un envase de
vidrio de color ámbar. Se toman de 1 a 2 mililitros “unas 25 gotas”, 3 veces al
día. En el caso de la mayoría de las plantas se puede tomar una tintura en
lugar de una infusión, cocimiento o maceración. La tintura tiene la gran
ventaja que se puede conservar por mucho tiempo, “uno o dos años”.
Jugos de plantas: Las plantas
frescas, previamente lavadas si es necesario, se exprimen a mano o
mecánicamente para sacar el jugo. Una cucharadita del mismo se diluye en unas
pocas cucharadas de agua y se toma 3 veces al día, media hora antes de cada
comida. Otros jugos se toman en forma pura, sin necesidad de haberlos diluido. Es
de tenerse en cuenta que las infusiones, cocimientos, maceraciones y jugos no
se podrán conservar por más de 48 a 72 horas, mientras que las hierbas secas,
los ungüentos, aceites, tinturas, vinos y microdosis; podrán conservarse por un
período largo de tiempo, es decir, hasta dos años.
Baños: Es la inmersión parcial o
total del cuerpo dentro de un líquido de composición curativa vegetal.
Los baños pueden ser fríos o calientes. Los fríos deben de ser de corta
duración.
Aromáticas: Son bebidas hechas con
plantas que por lo regular tienen un olor agradable, como la manzanilla, la
hierbabuena (yerbabuena) o cidrón (cederrón) entre otras.
Fricción o masajes: Consiste en
restregar una parte determinada del cuerpo con un líquido caliente o frío, con
o sin hierbas, ya sea a mano, con cepillo o con una toalla.
Gargarismo: Es hacer un cocimiento
de plantas con agua, que después de dejarlas reposar se llevan a la boca y se
hacen gárgaras o enjuagues para calmar las partes afectadas o adoloridas.
Inhalaciones – vahos: Hacer un
cocimiento de la planta escogida, luego bien caliente en el mismo recipiente
donde se cocina se aspira el vapor por boca y nariz. Para que haya un mejor
aprovechamiento, se trata de cubrir la cabeza con una toalla junto con el
recipiente.
Loción medicinal: Se hace con raíces
o plantas molidas en infusión. Sirve para lavar una parte del cuerpo con un
líquido especial.
Tizana:
Se
toman de cada planta empleada una cucharada o pulgada de las partes a usar, se
echan en agua caliente por 10 minutos, se cuela y se deja tapada para tomar
cuando esté fría a razón de una cucharada cada hora o según lo indicado.
consultada en: http://www.ecured.cu/index.php/Uso_de_plantas_medicinales